Y por "independiente", quiero decir amateur. Y bueno, por "cine" quiero decir pornografía. Vamos, que prefiero el porno amateur que las grandes producciones que nos llegan ahora. Realmente me parece que tiene mucha más gracia.
Y me diréis, grandes aficionados a las grandes producciones que nos llegan de la Costa Oeste Norteamericana, con grandes presupuestos para utilizar mansiones de lujo: "¿por qué?¿Por qué le ves más gracia? " Pues es sencillo: durante mis años jóvenes, tiempo antes de que Internet llegase a mi hogar y a mi vida, no tenía otra opción que lidiar con los "documentales sobre la reproducción humana" que nos traía los viernes por la noche Canal+. Por supuesto, mi habitación carecía de decodificador, así que a base a echarle imaginación, fui capaz de "ver" correctamente (o algo así) las imágenes. Así que, como decía (no literalmente) Cifra en la película buena de la trilogía de Matrix: "Al final te acostumbras. Yo ya no veo el código, ya sólo veo una rubia, una morena...". Pues eso es básicamente lo que logró el Plus en esa época con varias generaciones de jóvenes adolescentes: que lográsemos ver a través del código. ¡Y luego dicen que la televisión coarta la imaginación!. Y en cuanto el sonido... pues sólo porque no te pillasen lo quitabas; además que bueno, tampoco había demasiado que oír, ya que el sonido era algo más complejo de decodificar.
Pero bueno, esa época terminó; y llegó Internet... ¡el paraíso del porno! Es que, ¡pardiez!, sólo buscando en Google "sex" obtenemos 630000000 páginas. Y claro, al final uno llega a la conclusión que las superproducciones eróticas son siempre iguales, y sin gracia.
Para empezar, cada día es menos divertido verlo. No sé, en las películas de los 70 y principios de los 80, los argumentos eran divertidos y absurdos... al menos tenían imaginación. Para que os hagáis una idea, ese peliculón llamado "Boogie Nights" os puede situar muy bien en la industria y en el cine erótico de esa época. Y además, las mujeres que aparecían en los filmes eran mujeres atractivas; justo como las protagonistas de la película mencionada. Pero en fin, que eran películas divertidas por lo absurdo de su planteamiento y esa capacidad de lograr que acabasen fornicando por algún motivo. Y por supuesto: esas hiperfunkies bandas sonoras.
Pues bien, eso hoy no ocurre. Las películas porno de hoy en día cada vez tienen menos argumento; ya prácticamente se reducen a: llega un bigardo y, sin mediar palabra, comienza el cópulo. Bueno... no. Primero la actriz en cuestión se pega unos 10 minutos haciendo una felación, y después comienza el coito propiamento dicho. Y me pregunto: ¿dónde están los argumentos con el fontanero que llega a arreglar la cocina? O mejor, ¿el agente secreto que pasaba más tiempo disparando con su "pistola integrada" que con la que llevaba en mano (que no quiere decir que no hubiese acción en dichas películas)? Volviendo de nuevo a referirme a "Boogie Nights", como decía el personaje del gran Burt Reynolds: "Yo quiero hacer una película para que, tras hacerse una 'paja', el espectador se quede en el cine a ver una película"(con perdón por la expresión). Esto se ha perdido, aunque supongo que el hecho de que el porno está más extendido para el mercado doméstico, hace que la gente no tenga que pagar sólo por, parafraseando a Burt, "la paja".
Para colmo, ahora prácticamente recurren a planos dedicados a los genitales el 90% del filme. Que digo yo, ¿qué me importa ver la penetración en un primer plano?¿Acaso se creen que me interesan los testículos o el falo del semental? Me es mucho más interesante un plano completo de la actriz.
Y hablando de actrices, ¿qué decir de las actrices de hoy en día? Pues que prácticamente son seres hechos con plástico en un 60%, desfiguradas por la cirugía ¿estética?, que acaba envejeciendo más que otra cosa a estas mujeres. Que, amigos, Rush Meyer dejó de hacer cine en el 79 (bueno, hizo su última película en 2004, pero ésa no cuenta)... dejemos ya de utilizar el prototipo de las actrices que utilizaba el autor de "Supervixens". Aunque bueno, por lo menos los argumentos de las películas del californiano eran demenciales, los títulos impresionantes, y las chicas bastante guapas. Y tenían más gestos que los de abrir mucho la boca (bueno, mucho no... lo que les permiten esas morcillas hechas con silicona que tienen por labios) y arquear la espalda.
Y qué decir de los actores... No es que sea el tema que más me interese en una película erótica, pero es que los actores actuales son, literalmente, simios afeitados. Los actores de antes eran unos tipos que te reías en cuantía de su cara, y que tenían carisma más allá del tamaño de su pene. Sin ir más lejos, Ron Jeremy, al que algunos recordaréis disfrazado de SuperMario,
Así pues, debido a que ese toque semi-demencial de la pornografía, con argumentos absurdos pero divertidos, la musiquilla y el look setentero-ochentero ha desaparecido, y que incluso el poder erótico de los filmes también ha menguado en cuantía, he decidido renegar del porno de las grandes productoras. Industria que, por cierto, debido a Internet y a ciertos escándalos relacionados con el SIDA, está viéndose seriamente amenazada.
Y por cierto, mi primer artículo sin ni un sólo taco, y eso que el tema daba para ello.
He dicho.
Y me diréis, grandes aficionados a las grandes producciones que nos llegan de la Costa Oeste Norteamericana, con grandes presupuestos para utilizar mansiones de lujo: "¿por qué?¿Por qué le ves más gracia? " Pues es sencillo: durante mis años jóvenes, tiempo antes de que Internet llegase a mi hogar y a mi vida, no tenía otra opción que lidiar con los "documentales sobre la reproducción humana" que nos traía los viernes por la noche Canal+. Por supuesto, mi habitación carecía de decodificador, así que a base a echarle imaginación, fui capaz de "ver" correctamente (o algo así) las imágenes. Así que, como decía (no literalmente) Cifra en la película buena de la trilogía de Matrix: "Al final te acostumbras. Yo ya no veo el código, ya sólo veo una rubia, una morena...". Pues eso es básicamente lo que logró el Plus en esa época con varias generaciones de jóvenes adolescentes: que lográsemos ver a través del código. ¡Y luego dicen que la televisión coarta la imaginación!. Y en cuanto el sonido... pues sólo porque no te pillasen lo quitabas; además que bueno, tampoco había demasiado que oír, ya que el sonido era algo más complejo de decodificar.
Pero bueno, esa época terminó; y llegó Internet... ¡el paraíso del porno! Es que, ¡pardiez!, sólo buscando en Google "sex" obtenemos 630000000 páginas. Y claro, al final uno llega a la conclusión que las superproducciones eróticas son siempre iguales, y sin gracia.
Para empezar, cada día es menos divertido verlo. No sé, en las películas de los 70 y principios de los 80, los argumentos eran divertidos y absurdos... al menos tenían imaginación. Para que os hagáis una idea, ese peliculón llamado "Boogie Nights" os puede situar muy bien en la industria y en el cine erótico de esa época. Y además, las mujeres que aparecían en los filmes eran mujeres atractivas; justo como las protagonistas de la película mencionada. Pero en fin, que eran películas divertidas por lo absurdo de su planteamiento y esa capacidad de lograr que acabasen fornicando por algún motivo. Y por supuesto: esas hiperfunkies bandas sonoras.
Pues bien, eso hoy no ocurre. Las películas porno de hoy en día cada vez tienen menos argumento; ya prácticamente se reducen a: llega un bigardo y, sin mediar palabra, comienza el cópulo. Bueno... no. Primero la actriz en cuestión se pega unos 10 minutos haciendo una felación, y después comienza el coito propiamento dicho. Y me pregunto: ¿dónde están los argumentos con el fontanero que llega a arreglar la cocina? O mejor, ¿el agente secreto que pasaba más tiempo disparando con su "pistola integrada" que con la que llevaba en mano (que no quiere decir que no hubiese acción en dichas películas)? Volviendo de nuevo a referirme a "Boogie Nights", como decía el personaje del gran Burt Reynolds: "Yo quiero hacer una película para que, tras hacerse una 'paja', el espectador se quede en el cine a ver una película"(con perdón por la expresión). Esto se ha perdido, aunque supongo que el hecho de que el porno está más extendido para el mercado doméstico, hace que la gente no tenga que pagar sólo por, parafraseando a Burt, "la paja".
Para colmo, ahora prácticamente recurren a planos dedicados a los genitales el 90% del filme. Que digo yo, ¿qué me importa ver la penetración en un primer plano?¿Acaso se creen que me interesan los testículos o el falo del semental? Me es mucho más interesante un plano completo de la actriz.
Y hablando de actrices, ¿qué decir de las actrices de hoy en día? Pues que prácticamente son seres hechos con plástico en un 60%, desfiguradas por la cirugía ¿estética?, que acaba envejeciendo más que otra cosa a estas mujeres. Que, amigos, Rush Meyer dejó de hacer cine en el 79 (bueno, hizo su última película en 2004, pero ésa no cuenta)... dejemos ya de utilizar el prototipo de las actrices que utilizaba el autor de "Supervixens". Aunque bueno, por lo menos los argumentos de las películas del californiano eran demenciales, los títulos impresionantes, y las chicas bastante guapas. Y tenían más gestos que los de abrir mucho la boca (bueno, mucho no... lo que les permiten esas morcillas hechas con silicona que tienen por labios) y arquear la espalda.
Y qué decir de los actores... No es que sea el tema que más me interese en una película erótica, pero es que los actores actuales son, literalmente, simios afeitados. Los actores de antes eran unos tipos que te reías en cuantía de su cara, y que tenían carisma más allá del tamaño de su pene. Sin ir más lejos, Ron Jeremy, al que algunos recordaréis disfrazado de SuperMario,
Así pues, debido a que ese toque semi-demencial de la pornografía, con argumentos absurdos pero divertidos, la musiquilla y el look setentero-ochentero ha desaparecido, y que incluso el poder erótico de los filmes también ha menguado en cuantía, he decidido renegar del porno de las grandes productoras. Industria que, por cierto, debido a Internet y a ciertos escándalos relacionados con el SIDA, está viéndose seriamente amenazada.
Y por cierto, mi primer artículo sin ni un sólo taco, y eso que el tema daba para ello.
He dicho.
3 comentarios:
Como salia en Futurama.
¿Cuando llegara el dia en que veamos en Internet el anuncio de ...
Win money watching porn!!!
...? xD.
Interesante articulo, y un saludo a toda la industria del cine porno. Genero cinematográfico que parece estar siempre menospreciado, a pesar de ser con seguridad el que más se consume.
Me parece algo muy positivo para esta industria el que haya gente haciendo reflexiones como la tuya, sobre las producción de estas peliculas.
A fin de cuentas, una producción cinematográfica ha de ser retro-alimentada. Se estrena, la gente la ve, la critica y la comenta, y esas criticas llegan a la industria.
Debido al tabu que parece ser el cine porno, esa retro-alimentación no se produce y como dices tu, puede que esten cayendo en producciones echas con molde.
¡Porno! ¡Porno! ¡Porno! ¡Porno!
Podría un hombre llegar a ver un 25% del porno de internet a lo largo de su vida?
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