jueves, 7 de febrero de 2008

El Ídolo: pasado, presente y (su deseable) futuro.

Por todos es sabida la enorme capacidad que da el mundo del espectáculo y la farándula de crear ídolos de masas sin apenas razón para su ensalzamiento. Básicamente, lo que se pueden llamar "estrellas vacías", o lo que es lo mismo, gente muy conocida que no aporta apenas nada. Dentro de éstos, hay un sub-conjunto que se hace pasar por trascendentes personas dentro del panorama artístico. Y así, dentro de este sub-conjunto extraigo el referente y protagonista de esta fantástica historia de la que ahora, jóvenes y doctos lectores, serán partícipes si deciden continuar leyendo.
"¿De quién está hablando?¡No puedo mantener esta tensión!", seguramente estén pensando. Pues permítanme continuar divagando algunas palabras más, para poder continuar la presentación. Decía que el personaje está englobado dentro de lo que he llamado "estrellas vacías", más concretamente en el mundo de lo que ciertas personas y grupos sociales (no diré nombres) llaman arte. De la música, para ser exacto. De hecho, la persona en cuestión es, al parecer, cantante de una conocida (y no precísamente por sus méritos artísticos) b(p)anda de ¿música?. ¿Quieren más pistas? De acuerdo, es del género masculino. Así pues, ya supongo que todos habrán sabido deducir a quién me refiero.
Señoras, caballeros: con ustedes el protagonista de mi artículo. No es Amaia Montero, que ya no responde a la descripción dada, y lo digo porque se ha separado ya. De igual manera, no me refiero a los integrantes de aquella mezcla entre un aborto satánico y un incesto caníbal llamado "Santa Justa Klan" (del que, tranquilos, hablaré en adelante. Es algo demasiado duro como para no ser mencionado). Tampoco es Fran Perea, integrante del grupo "Fran Perea & orejas", aunque puede guardar ciertas similitudes con el personaje. Y no, no es el cantante de "PigNoise", ya que eso ni se puede considerar grupo. Así pues, la respuesta de la identidad de la persona no puede ser más clara :
Sí, me refiero a Daniel Martín.
Cantante integrante de un grupo formado por el primo borderline del personaje homenajeado, que cruza holgadamente la línea mencionada, un tipo alopécico que debieron encontraron colocándose en los tubos de escape de ciertos tetraciclos, y el hermano siamés del cantante de Café Quijano, que se jubilará pensando que tiene 20 años (curiosamente como Hombres-G, clara influencia de estos terroristas acústicos). Pero no estoy aquí para comentar el grupo en cuestión, críticos a tope con la "puta música indiferente" (tiene pelotas que digan eso en una canción que habla sobre poder entrar con deportivas en bares y discotecas). No, estoy aquí para hostigar hasta la extenuación al póngido sobre el cual recae el protagonismo de la panda.
Al parecer, siendo un tierno querubín, y dado que debía tener la capacidad intelectual de un perro retrasado o de un cani inteligente, el chaval no daba para ser capaz de sacarse esa prueba de fuego en la vida, de dificultad infinita, que es el colegio y el instituto. Así que recurrió a lo que suelen hacer las guarrillas en las películas americanas, que consistió en algo parecido a:
-"Mamá, mamá. ¡Quiero ser artista!"
-"Sí hijo, ahora véte a ver la televisión mientras yo hago mi vida"
Así pues, mandaron al tipo a una escuela de interpretación donde, o no tenía ni puta idea de hacer nada, pero sus padres tenían cuartos y le pagaban los aprobados (¡anda!, como en la San Jorge); o es que tras graduarse tuvo un accidente de moto y por ello se le quedó paralizada la cara en modo "orangután cabreado". O quizá las dos cosas, ya que sólo así se explica su dicción.
Y ahí, empezó su brillante carrera interpretativa en series de prestigio internacional, y de elevada calidad tanto argumental como interpretativa, como "¡Ay Señor, Señor!", "Al salir de clase" (de donde han salido TODOS los actores ¿jóvenes? españoles), "El comisario" u "Hospital Central". Su labor es recordada por todos aquellos que tuvieron la oportunidad de verla como uno de los momentos en que, si tuvieran ahora algo de dignidad personal (entonces no la debían tener, porque para ver eso...), se hubieran sacado los ojos y se los hubiesen dado de comer a los cuervos. Con esto, dio por terminada su labor interpretativa... o eso creíamos.
Sin embargo, no desapareció, no. En Antena 3 (¡se dan cuenta la cantidad de veces que tienen la culpa de apariciones horripilantes!Deberíamos denunciarla por crímenes contra la humanidad) se empezaban a emitir pequeños anuncios de un grupo de pop muy macarra (en el mal sentido), al estilo de Hombres-G o Seguridad Social. Y claro, todos sabemos que las adolescentes son gilipollas y tienen un gusto pésimo, con lo que el grupo tuvo mogollón de éxito. Y bueno, creo que todos sabemos ya el resto de la historia. El tipo éste, más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudado resulta que ahora está buenísimo y el grupo éste de mierda resulta ser "el mejor grupo de rock español".
Pero analicemos detenidamente su labor como cantante. Para empezar el gesto: lo primero que pensé cuando vi un vídeo de éstos fue "¿Por qué cojones imita al cantante de Green Day?". Quiero decir, se pega el rato poniendo caretos como el cantante en cuestión en el vídeo de "Basket Case". Y el resto de rato, pose simiesca. Luego movimiento en el escenario y con el micro como si la puta mierda que ¿tocan? fuese un punk de la hostia. Y, finalmente, la voz.¡Qué voz!Rianse de Sinatra. Una especie de voz nasal, con un deje chulesco que la hace completamente incomprensible, dada su pésima vocalización. ¡Una maravilla, oigan!
Y bueno, como está claro que en este planeta, cuando uno es famosete puede dedicarse a hacer lo que le salga del cimbrel, y sólo por ese hecho ya es bueno en todo lo que haga, el tipo se metió a cine. Que dijo que él era actor, y lo que le gustaba era actuar. Y claro, si como cantante es malo, ya he mencionado cómo es como actor. Pues eso era como extra, así que imaginen como protagonista. Más o menos es como Madonna, pésima cantante y actriz. Pues bien, primero nos deleitó con el, seguramente, peor doblaje de la historia del cine: "Escuela de Rock". Después, con una película de la que, seguramente, nadie ha oído hablar: "Sin fin". Más tarde, hizo de puto cani de mierda en LA PELÍCULA del canismo, "Yo soy la Juani". Y finalmente, ahora ya se dedica a fingir ser una mezcla de John McClane en "Cuenta atrás", donde saca a relucir toda su expresividad facial y su dicción fenomenal, que junto con los excelsos guiones de la serie, hacen de esta serie un clásico inmediato.
Así pues, quiero terminar este artículo, del cual me disculpo por su longitud, pero es que tengo que mantenerme despierto, haciendo una pequeña conclusión relacionada con el título del artículo, en el que denomino al Sr Martín como ídolo, aprovechando una cita de la Biblia: "No adorarás a los falsos ídolos". De hecho, yo los quemaría directamente.
He dicho.