lunes, 3 de diciembre de 2007

La alopecia no es un problema. El problema es cuando bajo esa alopecia no hay nada.

Saludos hijos míos:
Vuelvo al ruedo de esto de la escritura estrenando sección en la que hablaré, básicamente, de cosas que no me gustan del ser humano y gente que odio en general. Vamos, mis temas de conversación habituales entre los que me conozcan en persona, que supongo que todos los que leéis esta web de contenidos variados.
Y supongo que os preguntaréis, o no, con qué estrenaré esta magnificiente sección. Pues bien, queridos hijos del Señor, he decidido hacerlo con cierto personaje que atormenta mis sobremesas de los fines de semana, y que en un tiempo pasado hizo lo mismo con mis mañanas de los sábados. Sí, aquellas en que me levantaba sin resaca.
Hablo, como es evidente que no se os ha ocurrido, ya que no es que haya dado demasiadas pistas, de DJ Neil. Infraser éste de los Avernos, que cruzó el río Estigia para hacernos llegar sonidos que ciertos críticos, yo básicamente, han considerado contaminación acústica altamente nociva para el sistema nervioso central, así como otros medios de Input como vienen a ser los oídos.
Dado a conocer por ese lugar de culto al Diablo, donde los narcóticos nocivos y la gente también nociva se reúnen por igual, con el fin de destruir los ya de por sí bastante disminuidos cerebros, así como llevar a cabo simples rituales de apareamiento, con el fin de perpetuar sus ignominiosos genes. Hablo, claro de la "sala" Scorpia, discoteca cuyos discos atormentaban las juventudes de gentes de bien como yo, debido a sus anuncios a horarios en los que emitían los Simpson. Antena 3, gracias por llevar a nuestros hogares fragmentos de esta música, nunca olvidaré esa labor al servicio de la ciudadanía. Además, también colaboraba para salas de tanto elitismo, prestigio y nivel sociocultural como Radical, a la que prefiero que sean ustedes los que pongan la 'k' en lugar de la 'c', que no seré yo quién blasfeme de tamaña manera a nuestro ya vilipendiado castellano.
Y si bien sonaban los ¿acordes? monstruosos del personaje en cuestión en horas en las que ingeríamos cadenas carbohidratadas , apenas conocíamos su imagen. Tan sólo el los vocablos que salían del anunciante de los anuncios en cuestión, que decía, con un sonido entre metálico y del Sargento de Hierro (curioso juego de palabras), "¡di-llei nil!" nos permitían asociarlo a alguien, pero su rostro seguía siendo casi un desconocido. Pues bien, eso cambió un triste verano de 2001, cuando ese programa de música que emitía TVE llamado "Música Sí" presentó a un nuevo presentador, de aspecto esmirriado hasta casi dar asco, con la cabeza rapada y cara de tonto, al que llamaban con el nombre de "Neil". La gran sorpresa para mi joven yo de entonces fue al ver los cartelones que presentan a los presentadores (valga la redundancia), que ponía DJ Neil. ¡Era él!¡el sucio bastardo que contaminaba mis oídos era ése tipo de deforme cráneo y anchas orejas!. Por entonces, dicho programa presentaba, básicamente, canciones pop, bastante adolescente en su mayoría, lo cual era lo típico en esa época, con programas como "Los 40", en riguroso ¿directo?. Pero la influencia del ser con cabeza de extraterrestre (vean "Independece Day" o "Encuentros en la tercera fase" y díganme que no tengo razón) no se dejó esperar, y buscando público entre la cada vez mayor oleada de canis de nuestro país, se empezaron a incluir sesiones dance en el programa, donde los petes, básicamente, peteaban. Pero es que incluso, el cultísimo interfecto agraciado con este artículo, nos deleitaba con su, ejem, labia sin parangón, relatando la vida y obra de los "artistas" que allí giraban y rayaban sus vinilos (lástima de discos...), al ritmo de la industria del automóvil. Evidentemente, yo por aquel entonces no veía ese programa de forma voluntaria, pero a esas horas, si se encendía la televisión en TVE1, acababas sufriendo por la propagación de esas ondas de sonido, nocivas, como ya he dicho antes.
Y así, dicho hombre, así como su nombre, desapareció de mi mente. Ya no veía la televisión, con lo que la posibilidad de ver su programa quedó reducida a 0, nill o como prefieran decirlo. Ya me creía a salvo. Sin embargo, de repente, no hace demasiado tiempo, Movistar realizó uno de sus peores movimientos empresariales a nivel de publicidad, creando un espacio publicitario en el que, ¡sorpresa!, aparecía DJ Neil. ¡Estaba de vuelta! No sabía cómo, ni por qué, pero ahí volvía a estar, presente en el mass media. No lo podía creer. Además, qué decir de los anuncios en cuestión... posiblemente sea de la publicidad más lamentable que he visto desde los anuncios de la Preysler, tanto de Porcelanosa (me viene a la cabeza uno que salía con su hijo) como de Ferrero Roche...¿qué habrá sido de Ambrosio? En fin, no nos desviemos del tema, que ya queda poco que tratar.
Para colmo, no hace poco que se estrenó en Cuatro, canal de pésima programación todo sea dicho, un programa en el que, dicen, se tratan temas científicos para críos. A todo le llaman ciencia últimamente; y no, no lo digo por "Ciencias de la Información" , aunque podría. Pues bien, en dicho programa, "Brainiac" me parece que se llama, aparece como uno de los "sabios presentadores del mismo" un sujeto de rapada testa. Y sí, lo han adivinado, es el protagonista de este modesto texto, escrito por este poco modesto autor. ¿Así quieren enseñar ciencia a los jóvenes querubines que pueblan nuestro país?¿Con personajes como éste?Déjenme que lo dude.
Así pues, como conclusión, visto el historial del sujeto en cuestión, y sus aptitudes y cualidades, llego a la conclusión de que el número de felaciones y cunnilingus que ha realizado este hombre para tener una fama completamente inmerecida en base a aparecer puntualmente en televisión ha alcanzado unas cotas espeluznantes. Seguramente, mayores incluso que las de Linda Lovelace. Porque repasemos, ¿qué cualidades tiene? Es más feo que Picio, cabezón, no tiene talento ni como actor (basta con ver los anuncios), ni como músico (por su seguridad, no quieran comprobarlo oyendo sus discos), y da cierta, o bastante, grima. ¿Cómo este hombre puede tener una trayectoria profesional en medios públicos y privados?¿No hemos aprendido nada en más de 50 años de televisión en España?
Palabra del Señor.