jueves, 18 de octubre de 2007

"Yo no soy un héroe"


Es curioso que, siendo yo asiduo a un bar llamado "Corto Maltés", además de un lector de comics bastante voraz, nunca tuve interés por el personaje. Sabía que era un personaje de cómic, de un cómic clásico además, pero no sabía ni cuál, ni nada de él. Ni siquiera lo había ojeado. Así que, debido al carácter de clásico de esta narración gráfica, decidí hacerme con algún volumen y bueno, recibí como regalo de cumpleaños un par de bonitos cofres con 18 de los 27 números de que consta la obra completa del personaje.
Y bueno, joder...la verdad, reconozco que la fama era merecida, pues el dibujo es tremendamente efectivo (al principio no parece gran cosa, pero poco a poco se descubren las sutilezas del mismo) y la historia es, sencillamente, cojonuda.
Pero no es ésta sección dedicada a hablar de comics, sino de personajes: personajes de ficción que pertenezcan a mi Olimpo, y éste, Corto, definitivamente lo hace.
Con ese carácter chulesco que ahora mismo ha puesto tan de moda House (serie que, por cierto, no veo y me niego a ver), y que bebe mucho de este marino, y esa valentía que es prácticamente ansia suicida, se nos presenta un marino que no posee barco, un ciudadano del Imperio Británico (el cómic está ambientado, más o menos, entre 1910 y 1930, y Malta fue británica hasta 1964) sin patria, que ve su mundo con un prisma que es mezcla entre un realismo un poco resignado y un idealismo de valores no muy habituales en el ambiente que se mueve. Un hombre que no duda en huír para salvar su vida, pero que se mete en la boca del lobo arriesgándola por razones nimias o que poco o nada tienen que ver con él. Es decir, un aventurero clásico, como los que hemos podido ver en historias como Guillermo Tell o Robin Hood... con ese sentido del honor tan típico en esos aventureros, pero con un sentido de la propiedad más interesante, ya que al fin y al cabo, el oro es el oro, y nadie vive del aire. Pero además es un personaje que, pese a vivir en un mundo bastante conflictivo, trata de ignorar todos los acontecimientos que se dan, mostrando su indiferencia por todos los bandos, cosa que le permite moverse por todo el mundo, siendo hostigado por todos, pero sin ser tomado nunca por enemigo.
Pero sin duda, lo que más me fascina del personaje, no son sus búsquedas y aventuras, su sarcasmo o de los problemas en los que se encuentra, ya que sus actividades son siempre en territorios "ligeramente" conflictivos (véase la Rusia de la Revolución Bolchevique, la Italia de la Primera Guerra Mundial,...) es su relación con otros personajes. Desde la curiosa amistad con el asesino ruso Rasputín (sí, ciertamente el nombre no es muy acertado), el cual es uno de los personajes (de ficción) más curiosos sobre los que he leído, hasta la que tiene con ciertas Triadas chinas; todas ellas resultan curiosas por la extraña mezcla de intereses que se juntan en todas ellas, por la dualidad de sus actos y, por supuesto, por poner siempre por delante los intereses propios, excepto en los momentos menos afortunados, que hace las reacciones bastante imprevisibles.
Y nada, símplemente finalizar diciendo que bueno, ya me tocaba actualizar un poquillo, e invitando a aquel que tenga tiempo, ganas y no subestime un medio tan magnífico como el cómic a leer este clásico del cómic de aventuras, que ciertamente se llevará una gratísima sorpresa, como me la he llevado yo.
He dicho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te tocaba actualizar plebs. Hablando de comics creo que me dijiste que me ibas a dejar el de Sandman o uno de ese palo (no me acuerdo del nombre). Si eso llevamelo algún día al esgrima.

shinobiHitokiri dijo...

Sandman lo dudo, porque ni lo tengo ni me gusta. Me resulta aburrido a más no poder (y hay gente que me considera sacrílego por ello xD).